En cambio, si lo colgamos bajo la ventana, esos desequilibrios son mínimos. Como sabemos, el aire caliente tiende a subir empujando el aire frío de la zona superior hacia abajo. Se crea así una convección cíclica que reparte el calor de forma rápida y homogénea por la habitación.
No debemos olvidar que el objetivo es calentar el aire de la casa y evitar que se pierda por los puntos más débiles (las carpinterías). Por eso, la ubicación ideal de los radiadores es siempre bajo las ventanas, de forma que el aire frío se caliente al pasar sobre el radiador. Si por cualquier motivo esto no pudiera hacerse, se intentarán ubicar lo más cerca posible.
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